¿Cómo he llegado hasta aquí?

Desde que tengo uso de razón siempre me he sentido atraída por todas aquellas cosas relacionadas con los misterios, la magia y todo aquello relacionado con el mundo sobrenatural. A día de hoy, con mis veintiocho años cumplidos, la brujería y el paganismo es una parte fundamental de mi vida de la que me siento terriblemente orgullosa.

Empecé a practicar “en serio” por así decirlo, cuando tenía quince años tras leer numerosos libros y tener la suerte de tener a mi alrededor un grupo de personas que también practicaban. A día de hoy, la mayor parte de mis prácticas las hago en solitario o en compañía de gente de confianza a la hora de preparar los Sabbats.

Pero no siempre fue así. Durante esos primeros años fui lo que se llama “bruja encerrada en el armario de las escobas” porque tenía miedo de lo que pensarían las personas de mi alrededor. Un miedo que acabé superando con el tiempo y ahora hasta en mis tarjetas de visita pone “Bruja 24/7”.

Las redes sociales y dar el paso a montar mi tienda, The Witcher’s Shop (aunque en ese momento no sabía que acabaría regentándola) fueron una parte increíblemente importante. Con el tiempo, me di cuenta de que no importaba lo que pensaran los demás, yo estaba forjando mi propio camino.

Dentro de la magia hay decenas de maneras de practicarla, millones de maneras de vivir dentro de los mundos del paganismo, cada uno, tenemos nuestro propio camino.

El camino y la práctica de cada persona son Diferentes.

Cuando comencé en todo este mundo no tenía muy claro en que casilla enmarcarme. Tenía mis propias convicciones, sentía la energía de una manera concreta y no me sentía cómoda utilizando etiquetas y prácticas que sentía que no estaban en equilibrio conmigo.

A día de hoy sigo sin encontrar una etiqueta para mi. Celebro los sabbats de la rueda del año basado en las antiguas festividades, siento devoción por ciertas deidades y sigo teniendo un gran respeto por la magia de los ancestros -y la convicción de que es un tipo de magia con la que no soy 100% afín- y mantengo mi aversión por el catalogo por colores de las diferentes prácticas. Por no olvidar que siento que las runas me odiaron la primera vezque las tiré (ahora ya no tanto) y mi método de adivinación predilecto es el tarot -o el péndulo, depende del día-.

Por otro lado existe el malentendido o falsa convicción, en la que yo caí en un inicio y que se repite con frecuencia, que dice que ser una bruja hereditaria hace que tu práctica sea más válida que la de otra persona que es la primera de su familia en tomar el camino de la brujería. Esto, es totalmente falso. No importa de donde vengas, lo que realmente importa es hacia donde vas y como te llena tu práctica.

Es fantástico descender de un largo linaje de brujas, con toda la historia familiar, tradiciones y prácticas asociadas con ello, pero no es en absoluto necesario para que tu práctica sea tan valida como cualquier otra. Una Bruja no necesita una herencia, sino una conexión con la naturaleza y con sus energías.

Quizás la parte más bonita y que yo voy a intentar compartir con vosotros en este blog es que cada quién puede marcar su camino y la manera de vivir rodeado dentro de los mundos de la brujería.

¡Nos leemos Brujillos y Brujillas!

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